Mi nombre es Ligia Ixmucané Blanco y el día de hoy quiero contarles un poco sobre mi motivación y mi compromiso con Guatemala y con todas aquellas personas que el sistema excluye y margina.
Siempre he creído que soy una persona que tuvo simplemente la suerte de nacer en un hogar con ciertas condiciones económicas que me permitieron estudiar y superarme. Y digo suerte, porque no me considero más inteligente o mejor que cualquier mujer guatemalteca de mi misma edad. Sin embargo, en este país es cuestión de suerte tener oportunidades y eso no es justo, no es posible, no puede seguir así.
Todas y todos por el hecho de ser seres humanos tenemos los mismos derechos y el ejercicio de los mismos no puede depender del lugar donde nacemos. Nuestros derechos a la salud, a la educación, a la vivienda, a la participación, son derechos universales, reconocidos por el Estado guatemalteco y por tanto deberían ser una realidad para todos y todas. Sin embargo, no solamente al Estado le corresponde el cumplimiento de los derechos de las y los ciudadanos, nos corresponde a todos velar y trabajar porque estos derechos se cumplan.
Desde pequeña me he cuestionado sobre la pobreza, la desigualdad, la miseria y siempre he pensado que no es justo, que no podemos vivir unos bien y otros en la pobreza y la exclusión. Yo quiero que todas las niñas, niños y jóvenes puedan decidir sobre su vida, puedan desarrollar todas sus capacidades y buscar la felicidad y el bienestar, que puedan ser libres.
Pero la libertad se construye sobre la igualdad, la igualdad de oportunidades para todas y todos es lo que nos va a permitir ser libres y volar, cada quien a su manera, cada quien en el cielo que quiera.
Este compromiso y búsqueda de la igualdad me llevaron a estudiar ciencias políticas, lo que me permitió comprender la realidad de mi país y conocer otras realidades y darme cuenta que en otros países han logrado mayor igualdad y desarrollo, ¿Por qué aquí no puede ser así?
He tenido la oportunidad de desarrollarme en el ámbito de las ciencias soiales como investigadora, haciendo investigación y análisis sobre la realidad político y social del país, y como capacitadora y catedrática, formando a nuevas generaciones de mujeres y jóvenes de los partidos políticos, sociedad civil y estudiantes universitarios.
Todas y todos podemos hacer cambios, involucrarnos y aportar al desarrollo desde nusetros espacios de trabajo, desde nuestras familias, desde nuestro barrio. Podemos hacer mucho o podemos quedarnos de brazos cruzados, . ¿Qué sentimos vivir en un país donde algunos cuantos tenemos el privilegio a la educación, la salud, el trabajo, es decir, tenemos derecho al desarrollo frente a grandes mayorías que no tienen derecho a nada? ¿Qué hacemos día a día por cambiar esta situación, por erradicar la pobreza, la desnutrición, la desigualdad? La decisión está en nosotros.
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