15 de julio de 2010

Delegación "Trabajar y Aprender Juntos" en Francia


Después de una semana de retraso por culpa de la arena volcánica del Pacaya y las lluvias torrenciales de la tormenta Agatha, la delegación formada por doña María Juliana Hernández (Doña Esther), Glendy Rosales, Lilian Rufina Marín y Álvaro Iniesta pudo viajar a Francia el 4 de junio para participar en el Seminario internacional que llevaba por nombre “Las condiciones de una economía nueva a través de la participación de todos”.

Este viaje ha permitido a la delegación, no sólo participar en el Seminario, sino también conocer algunos lugares fundamentales en la historia del Movimiento Cuarto Mundo o incluso visitar la Tienda Esquipulas que vende artesanías del proyecto de reciclaje en París y fortalecer así los lazos.

La visita de Noisy-le-Grand nos ayudó a encontrar las raíces de nuestro Movimiento, nos permitió reconocernos parte de esta historia de lucha a favor de la dignidad de todos que nació del encuentro del padre Joseph Wresinski con las familias del “Campo de los sin-techo” en 1956. Un voluntario permanente nos contó cómo los habitantes de este asentamiento construyeron una capilla con el padre Joseph para mostrar a todos que formaban un pueblo. También pudimos comprender mejor cómo la miseria impide a muchas familias mantenerse unidas y la manera que tiene el Movimiento de apoyar este derecho a través de su proyecto de “Promoción familiar” que se desarrolla en el mismo lugar donde estuvo el asentamiento de Noisy. Paseando por el barrio que se encuentra en las inmediaciones del proyecto de Cuarto Mundo, pudimos platicar con algunas personas que han participado del mismo. Una mujer nos explicó que antes estaba aislada, encerrada en sus problemas y que con Cuarto Mundo adquirió las fuerzas para salir, encontrarse con otros y seguir luchando por sus hijos. Acabó abrazada a Lilian como si se conocieran desde siempre, dándose ánimos para seguir adelante.

Pudimos vivir una jornada extraordinaria de Seminario con las delegaciones de Madagascar, Senegal y Noisy-le-Grand. Después de compartir lo que vivimos en cada lugar, señalamos los puntos comunes de los diferentes proyectos que conforman la dinámica “Trabajar y aprender Juntos”: la importancia de la convivencia que permite aprender, trabajar y avanzar a todos; la preocupación de no olvidar a nadie; tener la posibilidad de formarse y formar a otros en diferentes momentos; el respeto a la dignidad de cada uno y el no humillar a nadie, lo que permite a todos participar y crecer… También fue la ocasión para compartir un poco del saber hacer de cada grupo, enseñando a realizar una de las artesanías con papel periódico que trabajamos en Guatemala o uno de los bordados que trabajan en Madagascar. El desafío ahora es seguir compartiendo nuestras experiencias y trabajar más unidos para ser capaces de compartir con el mundo lo que aprendemos de estos proyectos.

Los dos últimos días los pasamos en el Centro internacional de ATD Cuarto Mundo, en Méry-sur-Oise. Hicimos un encuentro con algunos militantes y aliados del equipo de Ermont (cercano al Centro internacional) con los que constatamos todo lo que nos une a pesar de la distancia y las culturas diferentes. Visitamos los lugares emblemáticos de Méry (la tumba del padre Joseph o la que fue su oficina) y también encontramos un momento para visitar París, la Torre Eiffel y la placa conmemorativa del primer 17 de octubre.

Para terminar, tenemos que agradecer a todos los que nos han permitido vivir esta buena experiencia que ha fortalecido nuestro compromiso y nos ha descubierto que somos parte de una gran familia que por todas partes trabaja a favor de un mundo sin miseria y exclusión.

Pararse a pensar

Por: Álvaro Iniesta

Joseph Wresinski nos enseñó que la familia es “en el mundo entero, el último refugio de los más pobres. Cuando la pierden, pierden lo que les queda de identidad, de justificación de su existencia, de razón para vivir y quizá, en algunos momentos, para esperar. Por eso Eugen nos recuerda por el Día internacional de la familia la importancia de “Crear lazos para que la miseria no separe nunca más los hijos y los padres”:

El 12 de enero pasado, desde los primeros minutos que siguieron el temblor de tierra en Haití, todos los padres fueron corriendo a las escuelas, orfelinatos, a la casa de los vecinos para buscar a sus hijos, esperando encontrarles con vida. En los orfelinatos, durante días y noches, la mayoría de las madres se quedaron para ayudar en lo que pudieran, incapaces de alejarse de sus hijos, cuidando de ellos.

Como en Haití, tantas madres y padres por todo el mundo no se resignan y buscan mantener, cueste lo que cueste los vínculos con sus hijos separados de ellos por la miseria.
¿Cuántos padres en todo el mundo han tenido que confiar a sus hijos a guarderías, orfelinatos, hogares, familias de acogida, para protegerles de una vida de privaciones y de angustia?
Tantos padres han perdido ya uno o varios de sus pequeños, antes de que hayan podido crecer, hijos que esperaban hubieran podido ir hasta el final de su escolaridad, que hubieran podido convertirse en personas liberadas de la miseria.

Aplastados por demasiadas desgracias, los padres se enfrentan a un terrible dilema: separarse de sus hijos para ofrecerles un futuro confiándolos a otros, o quedarse con ellos, consumidos por el miedo y la culpabilidad: “No tenemos nada que darle. ¿Qué dirá de nosotros más adelante?”
Todos esperan confiarlos únicamente por un tiempo limitado. Pero cuando, después de una lucha feroz, llegan días mejores y los papás buscan vovler a ver a sus hijos, ya no están ahí. “¿Cuándo podré volver a verle?” “Ahorita no, podrá volver cuando tenga 18 o 20 años”
Entre los niños adoptados, ¿cuántos crecen guardando lazos profundos con su familia de origen?”

Tantos papás están tan solos ahora mismo para enfrentarse a la falta de todo, que se sienten impotentes antes algunas corrientes internacionales que exigen que los trámites administrativos sean aligerados para acelerar los procedimientos de adopción. “La situación es demasiado grave, ¡salvemos a los niños!”.

Como lo ha señalado la UNICEF: estos grupos de presión ignoran los desafíos a los que se enfrentan los niños a los que se les han arrancado de sus raíces. También ignoran la vida real de las familias, lo que les lleva a decir a veces: “Con esos padres no se puede hacer nada… Intentemos al menos salvar a los hijos”. Escuchamos estas afirmaciones tanto en el Sur como en el Norte, incluso sin que haya habido ninguna catástrofe.

En Europa, familias asfixiadas por condiciones de vida imposibles reaccionaron con fuerza: En nuestros países también nos quitan a nuestros hijos. ¿Por qué piensan que van a estar mejor en otro lugar en vez de en nuestra casa? Muchos de estos padres y madres de familia conocieron este tipo de desarraigo siendo niños. Han querido por eso apoyar inmediatamente la valentía de aquellos padres de familia de Haití con el fin de impedir la destrucción de sus familias.

En los Estados Unidos de América, algunos padres que naufragaron después del huracán Katrina, fueron separados de sus adolescentes. Ellos también se comunicaron con las familias de Haití: “Resistid, ¡ánimo!, ¡Sabemos que van a seguir de pié y reconstruir su país! Queremos que los pobres sean escuchados como iguales, que se deje de pensar en su lugar… que no tengan que luchar todavía cuatro años como nosotros después de la catástrofe”.

Comprometerse para rechazar la miseria, en Haití y en todas partes, es comprometerse ahí donde estamos, para preservar y hacer reconocer la importancia crucial de los vínculos entre hijos y padres.

Protegiendo de esta manera la familia, “el elemento natural y fundamental de la sociedad”, contribuimos a rehacer un tejido social, político, cultural, espiritual, que ni las catástrofes naturales, ni la catástrofe humana de la exclusión podrán romper.

Eugen Brand
Delegado general

Cuarto Mundo en el Mundo: Brasil

En el mes de junio hemos recibido la visita de dos miembros del Movimiento Cuarto Mundo de Brasil, Ana Maria Lessa y Domingos Bernardo Gialluisi. Son los padres de Alexandre, voluntario permanente en el equipo de Escuintla. Han pasado un tiempo descubriendo y participando en algunas actividades de los equipos de Guatemala y Escuintla para conocer mejor lo que hacemos con el objetivo de seguir apoyando la biblioteca de calle y la legalización de la institución en Brasil. Los dos forman parte del grupo de amigos y aliados de la “Biblioteca de Rua de Petrópolis”, ciudad del departamento de Rio de Janeiro en donde se llevan a cabo algunas de las principales acciones que representan allí el inicio de un trabajo con ATD Cuarto Mundo; además de la biblioteca y otras actividades, también se visita la Casa Antonio de Padua, que acoge niñas y jóvenes huérfanas o que vienen de familias en situación de extrema pobreza.

A finales del año pasado, Jacques Ogier y Marco Ugarte, delegados regionales para América Latina y Caribe, viajaron a Brasil para conocer más de cerca la realidad del país y del trabajo de este pequeño grupo y de otros dos más, en Isla Grande y Vicosa- MG, que también empiezan a formar parte de esta corriente. Como seguimiento a esta visita y al trabajo que se ha iniciado en Petrópolis desde 2007, otros miembros tienen hoy la oportunidad de reforzar su compromiso y profundizar las bases del Movimiento lo que permite al grupo brasileño seguir encontrando direcciones y fuerzas para avanzar. Desde el voluntariado, hasta grupos de formación y participación en asambleas, se están sumando ideas y estímulos para componer un equipo que, como todos, adquieren características globales sin perder la “cara”, o sea, la personalidad misma del lugar. Brasil es un país de diversidades, enorme en extensión y sentimientos, es un pueblo alegre y acogedor que hará lo posible para recibir bien ATD y unirlo a una fuerza que, desde hace mucho tiempo, es parte de la vida y de la historia de nuestra gente. Es verdad que hay mucho que hacer en mi país con respecto a la extrema pobreza, sin embargo nos dirigimos cada vez más hacia una comprensión mundial de esta dura realidad provocada por la miseria, para “luchar” pacíficamente por un planeta de equidad, respeto y fraternidad.

Con Ana y Bernardo…
Durante los días que estuvieron en Escuintla, Ana y Bernardo nos han apoyado en la Biblioteca de Calle de Guatelinda y con mucha alegría han llegado a conocer a los niños y algunas de las familias que participan con Cuarto Mundo, también del asentamiento de la Línea Férrea Sur. Ana nos traía un bonito regalo de los niños de Brasil (pinturas bellísimas) y con la ayuda de nuestro equipo de animadores, ha realizado un cuenta-cuentos de una de las divertidas historias del mundo lúdico del escritor Ziraldo, la historia de Flicts. Fue un momento muy bonito en el que los pequeños terminaron pintando, cada uno, un dibujo como respuesta al regalo de sus nuevos amigos.

En la capital, Bernardo ha aportado sus ideas a nuestra reflexión actual para entender mejor lo que las familias piensan sobre las transferencias condicionadas, comparando este tipo de políticas que también se desarrollan en Brasil y se toman como referencia en algunos países de América Latina.

Personajes: Orlando Pérez

“ELLOS SABEN QUE LA UNIÓN DE LOS HOMBRES Y MUJERES, NIÑOS Y ANCIANOS, ES LA CLAVE PARA CONSTRUIR UNA VIDA MEJOR”

Este año, en la última semana de mayo y primera de junio, los fenómenos naturales de la erupción del volcán Pacaya y la tormenta Agatha golpearon Guatemala. La lucha juntos, el trabajo en común y la solidaridad son las lecciones que nos enseñan algunas familias de Palín que se vieron afectadas por estos acontecimientos.

P. ¿Cómo afectaron estos fenómenos naturales?

Orlando: El volcán Pacaya puso en riesgo la vida de familias que vivían en sus laderas pues una tormenta de arena y piedras destruyó sus viviendas y no tienen alternativa para irse a vivir a otro lugar. Hoy tienen que regresar a sus lugares para seguir viviendo bajo la amenaza constante del coloso. Seguidamente la tormenta Agatha pasó sobre el territorio guatemalteco y muchas familias han sido víctimas de aludes y desbordamientos de ríos que han dejado así mismo caminos y viviendas completamente destruidas.

P. ¿Y las familias de Palín?

Orlando: En el municipio de Palín, Escuintla, 37 familias formadas por 167 personas, entre ellas 90 niños y niñas, de las colonias “Campanario, Jardines del Sauce, Los Almendros y Emaús” muestran las secuelas que dejó la tormenta en el sur del país. Las familias tienen casi un mes de estar sin ningún bien material, ni económico, en un albergue, y actualmente incrementan el número de personas que pertenecen al Cuarto Mundo.

P. Y las familias de Balcones I de Palín, ¿cómo reaccionaron?

Orlando: En 1998, el Huracán Mitch destruyó viviendas de familias que vivían en varias areas de la periferia de la capital. Hoy estas familias habitan la colonia Balcones I de Palín, en Escuintla, a 43 km de la ciudad capital. Ellas iniciaron entonces una nueva vida, sin recursos. Al conocer que la tormenta empujó a la extrema pobreza a otro grupo de familias, se han juntado para apoyar solidariamente bajo el liderazgo de doña María Juárez; se ocupan de solicitar ayuda en comida, ropa y asistir a otros ciudadanos, llegando a coordinar con la municipalidad del lugar. A pesar de que las familias de Balcones I no cuentan con recursos propios, saben que ellas pueden dar su fuerza de trabajo, su tiempo para acompañarles y animar a seguir adelante como ellas mismas lo han sabido hacer, poniendo como ejemplo su propia experiencia con el huracán Mitch. Ellas saben que la unión de los hombres y las mujeres, los niños y los ancianos, es la clave para reconstruir una vida mejor. Luchar en familia, trabajo común y solidaridad, son las lecciones que nos dan las familias de Balcones I de Palín y nos incentiva a seguir su ejemplo.

Si quieren apoyar a estas familias, pueden contactar con Orlando:
eoperez2003@yahoo.com ; cel. 40.55.43.52


INFORMACIÓN ADICIONAL

AGATHA EN CIFRAS (1)

436,265 Damnificados
39,861 Personas albergadas
27,924 viviendas dañadas
1,944 Comunidades afectadas
524 Escuelas afectadas
299 Albergues en funcionamiento
219 Puentes vehiculares
Destruidos
174 Muertos
95 Personas desaparecidas
80 Puentes peatonales
Destruidos
(1) Datos tomados de la edición de La Revista del Diario de Centroamérica del día 11 de junio, fuente original CONRED, a fecha 8 de junio